“[…] No hay
atajos para mejorar la condición de los ancianos, para hacerlo es necesario
dirigir de una forma nueva la vida de toda la comunidad. Si no logramos esto,
al prolongar la vida conseguiremos solamente prolongar las posibilidades de
alienación y miseria”
Lewis Mumford,
1956.
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Porcentaje población >60 años en 2050. Previsiones ONU. |
El congreso
“Hacia un Envejecimiento Activo en
Casa” celebrado en el Caixaforum de Barcelona a finales de octubre pasado
ha resultado ser una buena ocasión para abordar en toda su complejidad la
problemática del impacto del cambio demográfico y del envejecimiento de la
población sobre nuestras sociedades y especialmente sobre los entornos de vida
cotidiana. Un proceso que ocurre de forma paulatina en Europa y en otros países
de América Latina en fase de transición demográfica como por ejemplo Chile.
Nuestras sociedades se enfrentan a una serie de problemas derivados de un
escenario demográfico completamente nuevo en la historia de la humanidad. En el
caso de España se delinea un futuro a medio plazo (2050) con un porcentaje de
>de 65 años superior al 30% de la población total y con un ratio entre
jóvenes <14 años y >65 de 1 a 2.
Durante las
jornadas se han debatido desde un enfoque multidisciplinar las dos escalas que
subyacen detrás del concepto que daba titulo al congreso, la de la vivienda
propiamente dicha y la del entorno urbano en el que está localizada. En ambos
casos las aportaciones del congreso no se han limitado a la dimensión física y
espacial aportando una visión multidisciplinar sobre estos dos ámbitos propia
del modelo de “envejecimiento activo”. La complejidad del tema resulta evidente
en la articulación de la “Declaración de Barcelona sobre el Envejecimiento
Activo en Casa” elaborada por el equipo organizador y consensuada durante el
congreso (link a la declaración al final de esta entrada). En ella se abordan distintas facetas
del problema sugiriendo diferentes líneas de investigación y colaboración entre
sectores académicos, profesionales y productivos vinculados al hábitat y al
sector asistencial dirigido a las personas ancianas.

El
“envejecimiento activo” como lo define la Organización Mundial de la Salud
(OMS) es “el proceso de optimizar las oportunidades de salud, participación y
seguridad a fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas
envejecen.” Es un concepto que se
desarrolla a partir de su dimensión biomédica y en particular de aquella visión
de “Envejecimiento Exitoso” propuesta en un conocido artículo del mismo título
publicado en 1997 por el geriatra J L Rowe y el psicólogo social Robert L. Kahn.
Se trata de un modelo que contribuyó a abrir la mirada de la geriatría y de las
políticas de salud hacia los factores ambientales que inciden sobre el proceso
de envejecimiento. El envejecimiento “éxitoso” describe un envejecimiento de
tipo “eugerico” o “en salud” en el que dominan los
cambios derivados de procesos fisiológicos y, como apunta el Prof. Ribera
Casado (2004) atañe a personas que han
tenido pocas enfermedades y que han vivido en un ambiente físico y social
propicio. Dejando de lado las causas fisiológicas (aquellas que dependen del
patrimonio genético de cada uno) las causas ambientales son entonces aquellas
sobre las que se puede incidir más desde un enfoque preventivo primario, causas
que en geriatría aglutinan los factores
directamente determinados por el entorno (por ejemplo el nivel de contaminación
atmosférica del lugar de residencia habitual) y los factores de riesgo que
derivan de los hábitos y del tipo de vida (alimentación, tóxicos como tabaco y
alcohol).
En el Libro
Blanco del Envejecimiento Activo elaborado por el Ministerio de Sanidad y
Políticas Sociales (2010) se hace hincapié en la necesidad de promover en
España políticas que permitan potenciar las capacidades de las personas cuando
envejecen y de permitirles llevar una vida activa, que sea productiva en la
sociedad y en la economía. El término “activo” está a indicar que los viejos no
solo están activos física o económicamente sino también que participan
plenamente en la vida social, cultural,
espiritual y cívica. Se trata de dar un sentido a nivel personal y social a
aquella creciente “expectativa de vida independiente” que de media alcanza ya casi
los veinte años a partir de la edad oficial de jubilación.
Ya en 1980 el
célebre psicólogo ambiental y director del Centro Geriátrico de Philadelphia M.
Powell Lawton afirmaba en relación a las condiciones de vida de las personas
ancianas que “el derecho a un ambiente
decente es un derecho inalienable y no requiere de una justificación empírica”.
Desde entonces sin embargo el contexto socio-económico ha cambiado mucho así
como la conciencia del impacto del cambio demográfico en las próximas décadas
sobre los sistemas previdenciales y sanitarios.
La profesora Jackie
Kwok de la Escuela de Diseño y Envejecimiento Activo de la Universidad Politécnica
de de Hong Kong en un alegato a favor de la apropiación y construcción
(metafórica y literal) del espacio público urbano de Hong Kong por parte de los
ancianos de los barrios más pobres perfila el marco teórico que sustenta la
idea de “envejecimiento activo”. Partiendo desde el reconocimiento de que el
mismo concepto de vejez es una construcción social y por ello depende de la
contingencia del contexto, la doctora Kwok desvela como de forma más o menos
implícita subyace al mismo una visión neo-liberal de la sociedad y de la
economía.
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Mamika. Sacha Goldberger. Getxo Photo 2011 |
El “envejecimiento activo” en esta perspectiva podría verse
como una fórmula acorde al paradigma socio-económico neo-liberal, ensalzando el
ideal de “vida independiente” y proponiendo un modelo de vejez “performativa” que
parece ser también un paliativo a la tendencia a la privatización de los
servicios asistenciales y sanitarios. Esta línea crítica es demasiado compleja
para ser analizada de forma breve y acabaría conduciendo a un discurso de
carácter filosófico que trasciende los límites de este post.
Limitándonos a
la cuestión de la salud psico-física y a su interrelación con el ambiente
construido sin embargo no se puede negar la evidencia científica, ya comentada
en otras entradas de este blog, entre un estilo de vida activo físicamente y la
salud. Un estilo de vida que combinado con la supresión de los hábitos tóxicos
más comunes (tabaco y alcohol básicamente) y unido a una alimentación sana
permite contrarrestar eficazmente el proceso de decaimiento físico
característico del envejecimiento e incrementar el número de años de vida en
buena salud. Hay evidencia además que un estilo de vida activo permite hacer
frente mejor a las patologías crónicas de las que difícilmente nadie se libra
en las últimas etapas de la vida.

Las
circunstancias para que esto se pueda dar dependen en parte de una transformación
y adaptación de las condiciones físicas y espaciales en las que se encuentra la
vivienda y el entorno de vida cotidiana mejorando su confort y minimizando el
riesgo de lesiones y accidentes. En paralelo y con el fin de facilitar la
autonomía personal se trata de integrar en los entornos de vida cotidiana una
serie de ayudas y servicios, algunos en constante evolución tecnológica, que
permitan paliar las crecientes e inevitables limitaciones psico-físicas a las
que se ve sujeto este sector de la población.
En relación con
el primer aspecto, de mayor interés quizás para el tema específico de este
blog, se ha podido asistir en el congreso de Barcelona a varias intervenciones interesantes.
Algunas de ellas eran centradas especialmente sobre políticas que combinando
instrumentos técnicos, de gestión y de financiación permitan intervenir sobre
el patrimonio existente.
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Slide de la presentación de Dª Angela de la Cruz. PDF |
Una prioridad inevitable en particular en el contexto
español como subrayó en su intervención la Subdirectora de Urbanismo del
Ministerio de Fomento, Dª Ángela de la Cruz adelantando algunos de los criterios
que se están aplicando en la redacción del Anteproyecto de Ley sobre Rehabilitación,
Regeneración y Renovación urbanas. Entre los retos de la futura Ley estará
también el de paliar algunas de las mayores deficiencias de la legislación
vigente señaladas en el Libro Blanco de la Sostenibilidad en el Planeamiento Urbanístico
Español (2010) y que afectan directamente a la obtención de un entorno más
adecuado para lograr los objetivos del Envejecimiento Activo. Estas son el fomento de la diversidad urbana, el diseño
y la obtención de espacios públicos (y verdes) de calidad y bien ubicados;
aumentar los espacios urbanos destinados al peatón en detrimento de los espacios
destinados a la movilidad motorizada y fomentar el asociacionismo y la
participación en los procesos de promoción y gestión del espacio urbano.

La directora de
CICLOPEE (PYME de vivienda social privada y autora del informe “Bien vieillir à domicile: Enjeux d’habitat,
enjeux de territoires” sobre la adaptación del hábitat a las nuevas
necesidades de una población francesa envejecida) Muriel Boulmier centró su
intervención (PDF) sobre todo sobre la importancia de la promoción de la adaptación
de las viviendas a las necesidades de seguridad y confort de la población
anciana reduciendo los casos de dependencia accidental, y sobre los mecanismos
financieros públicos y privados necesarios para poder costear estos objetivos. También
hizo hincapié en la importancia de lograr “fluidez” entre los tres ámbitos de
la vivienda, la vivienda propiamente dicha (área privada), los espacios comunes
como el portal y los rellanos y el espacio público, las aceras, las calles entre
la vivienda y el entorno urbano en sus distintas escalas. Una transformación de
los entornos que como afirmó la Dra. Boulmier debe apoyarse en una “madurez
colectiva” capaz de aceptar por ejemplo la presencia de los andadores en las
aceras como algo normal. Esta aceptación podríamos añadir que sería además síntoma
de un avance real y sincero hacia una sociedad “transgeneracional” donde la
diversidad vuelve a ser considerada un valor y no una amenaza. Quizás en
Francia sea un síntoma de un paso más hacia este objetivo el hecho que el año
pasado la subdelegación del Ministerio de Asuntos sociales y de Salud, el “Ministerio de las Personas Mayores y de la
Dependencia” cambió su nombre por el de “Ministerio de las Personas Mayores y de la Autonomía”.
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Slide de la presentación de Sue Adams. PDF. |
A destacar por
último también la conferencia de Sue Adams, Directora Ejecutiva de Care &
Repair England, una asociación sin ánimo de lucro orientada a la mejora de las viviendas
de las personas mayores en el Reino Unido. La estrategia delineada por la Dra. Adams para
lograr un “envejecimiento activo en casa” se estructura sobre cuatro elementos
principales: el conocimiento de los datos de partida sobre las condiciones de
las viviendas y de su entorno; la “inteligencia”
que deriva de la puesta en valor en los procesos de diseño de políticas y
proyectos y en la toma de decisión de la opinión de los directos interesados;
la investigación que debería poder responder a la pregunta acerca de lo que es
necesario para que un entorno sea un buen lugar para vivir en las últimas
etapas de la vida; y por último trabajar sobre “conjeturas” es decir mantener
siempre una visión dinámica de las necesidades y deseos a los que se pretende
dar respuesta, adaptando planes y proyectos al cambio social.
La “Declaración
de Barcelona sobre el Envejecimiento Activo en Casa” resume todos estos
aspectos mencionados a lo largo del post añadiendo por supuesto muchos otros
relacionados más directamente con las políticas de asistencia social y
sanitaria y con las oportunidades de trabajo y negocio que la expansión del
mercado de adaptación de las viviendas y de ayuda a domicilio abrirá en los
próximos años.
Link a la Declaración de Barcelona.
Referencias:
Kwok, J.,
2010 “From Active Ageing to Age Friendly City: a reflection on the theoretical
framework”. <http://www.socsc.hku.hk/afccp/ppt/KWOK%20Jackie.pdf>
Lawton M.P., 1980, Environment and Ageing, Brooks/Cole,
Salt Lake City.
Libro
blanco del envejecimiento activo: temas para el debate. IMSERSO. Ministerio de
Sanidad y de Política Social. Gobierno de España, Madrid, 2010.
<http://www.imserso.es/imserso_01/envejecimiento_activo/libro_blanco/index.htm>
Libro
blanco del planeamiento sostenible. Ministerio de la Vivienda, Gobierno de
España, Madrid, 2010. <
http://siu.vivienda.es//siu/infoWeb/libroBlanco/index.html>
Mumford
L., “For Older People – Not Segregation But Integration,” Architectural Record (May
1956): 191-194.
Ribera Casado J. M., 2004,
Envejecimiento. Edición Medicina y Humanidades Médicas. Barcelona. <http://mayores.pre.cti.csic.es/documentacion/biblioteca/registro.htm?iPos=6&id=14829&irPag=1&clave=bZ3fl5mC2u&pos=0>